14 - 06 - 07 - SOY UNA SILLA CARA

Llevo más de cincuenta años tranquilamente en mi sala del MOMA, se vive bastante bien en un museo. La temperatura y humedad son perfectas, la luz es la adecuada para poder estar a gusto, los trabajadores del museo te tratan como una reina, no me puedo quejar.
Pero de repente esta mañana me he sorprendido al leer una noticia en el periódico sobre una de mis predecesoras, un fetichista norteamericano ha pagado 264.000 € por uno de mis primeros modelos en madera natural. Todo el mundo pensaba que ese modelo estaba perdido y si a esto se le suma que tanto yo como el resto de mi familia estamos repartidas en diferentes museos por el mundo, el resultado es esa increíble suma. Realmente me parece un precio muy alto, comparado con el precio de venta al público de 1700 € de las replicas que se hacen en la actualidad por la firma italiana Cassina. Pero como he dicho siempre soy una silla importante y mi precio también tiene que ser importante.

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